El papel que desempeña "la cavidad" en la cicatrización de las heridas

¿Qué es "la cavidad"?

Lacavidad es el espacio existente entre el lecho de la herida y el apósito, que también se denomina "espacio muerto",1, 2 aunque no tiene nada de "muerto".

Veamos a qué se debe esto.

Todas las heridas tienen formas o topografías irregulares y únicas.3, 4 Algunas presentan ángulos pronunciados entre el borde y el lecho, lo que puede dar lugar a cavidades donde es posible que se acumule líquido, o exudado. Para saber si esto podría afectar la cicatrización de la herida, necesitamos observar más de cerca el exudado.

¿Qué es el exudado?

Talvez usted lo conozca como "supuración", "líquido de la herida", "drenaje de la herida", "pus" o "secreción". Todos estos nombres se refieren al líquido que genera una herida durante la cicatrización. En esta sección, utilizaremos el término "exudado".5

Todas las heridas presentan exudado. Normalmente, es un líquido transparente, de color ámbar pálido y consistencia acuosa y cumple una función esencial en el proceso de cicatrización.6

 

Evaluación del lecho de la herida: nivel de exudado

Impacto del exudado en la cicatrización de la herida

El exudadofacilita el flujo de las células y los factores fundamentales de cicatrización en el lecho de la herida, ya que:

  • fomenta el crecimiento de las células;
  • brinda los nutrientes necesarios para el metabolismo celular;
  • ayuda a destruir el tejido muerto o dañado (proceso también conocido como autólisis).7

Además, el exudado ayuda a mantener la humedad en el entorno de la herida, lo que acelera la cicatrización. De hecho, los estudios realizados demuestran que las heridas húmedas cicatrizan entre dos y tres veces más rápido que las secas.7

 

Por qué el exudado puede impedir la cicatrización de la herida

Si bien el exudado es esencial en el proceso de cicatrización, también puede impedir que la herida cicatrice. Esta situación puede presentarse si:

  • la cantidad de exudado no es adecuada (es excesiva o muy escasa);
  • la composición del exudado no es adecuada;
  • el exudado se encuentra en el lugar incorrecto.8, 7

A medida que la herida comienza a cicatrizar, la cantidad de exudado que produce suele disminuir. Sin embargo, muchas heridas crónicas pueden quedarse atascadas en la etapa inflamatoria de la cicatrización, en la cual es posible que generen bacterias nocivas.

 

En muchos casos, el exudado puede hacer lo siguiente:

  • bloquear la cicatrización;
  • impedir el crecimiento de las células o disminuir la velocidad de crecimiento;
  • interferir en la disponibilidad del factor de crecimiento;
  • contener niveles elevados de mediadores de la inflamación (p. ej., plaquetas, neutrófilos, monocitos/macrófagos y mastocitos).7

Esto nos remite a "la cavidad" y por qué su manejo es tan importante para la cicatrización de las heridas.

A medida que la herida cicatriza, disminuye la cantidad de exudado que produce. Sin embargo, si la herida se queda atascada en la etapa inflamatoria de la cicatrización, continuará produciendo un nivel moderado a abundante de exudado.1

Por qué es fundamental controlar la cavidad para evitar la acumulación de exudado

Laacumulación de exudado se presenta cuando este se acumula en el espacio entre el lecho de la herida y el apósito, y constituye todo un desafío en el caso de las heridas que tienen topografías irregulares, cavidades o acumulaciones de pus.9

El exudado puede comenzar a acumularse en las siguientes situaciones:

  • el apósito no absorbe el exudado adecuadamente;
  • el volumen del líquido es mayor de lo que el apósito puede absorber;
  • el apósito **no** se adapta bien al lecho de la herida1

Cuando el exudado se acumula, pueden comenzar a crecer bacterias en la herida, lo que aumenta el riesgo de infección,3, 4, 10. Si el exudado se filtra hacia el borde de la herida y la piel circundante o perilesional, la piel puede macerarse. Estas circunstancias retrasan el proceso de cicatrización.11, 12, 13, 14

La acumulación de exudado afecta el proceso de cicatrización y también puede tener un gran impacto en la calidad de vida general del paciente. Las filtraciones de exudado o el mal olor obviamente pueden generar mucha incomodidad. Podría ser necesario cambiar el apósito con más frecuencia, lo que alteraría su rutina cotidiana y, en el peor de los casos, el paciente podría dejar de salir de su casa por sentirse avergonzado.7

Por lo tanto, el control de la cavidad permite garantizar que la herida tenga el nivel adecuado de humedad y exudado, lo que propiciará el proceso de cicatrización y mejorará el bienestar general del paciente.

Referencias
  1. Dowsett C et al. A focus on the Triangle of Wound Assessment – addressing the gap challenge and identifying suspected biofilm in clinical practice. Wounds International 2019:10 (3)
  2. Keast, David H. et al. Managing the gap to promote healing in chronic wounds – an international consensus. Wounds International 2020. Vol 11, issue 3
  3. Snyder RJ. Managing dead space: an overview. Podiatry Management. October 2005.
  4. Cutting K et al. Topical silver-impregnated dressings and the importance of the dressing technology. 2009 The Authors. Journal Compilation © 2009 Blackwell Publishing Ltd and Medicalhelplines.com Inc, International Wound Journal, Vol 6 No 5
  5. Romanelli M, Vowden K, Weir D (2010) Exudate management made easy. Wounds International.
  6. Loyd Jones M (2014) Exudate: friend or foe? Br J Community Nurs (Suppl): S18–23
  7. World Union of Wound Healing Societies (WUWHS) Consensus Document. Wound exudate: effective assessment and management. Wounds International, 2019
  8. Moore Z, Strapp H (2015) Managing the problem of excess exudate. Br J Nurs 24(15): S12–7
  9. Dowsett et al. (2020). Closing the gap between the evidence and clinical practice – a consensus report on exudate management (11(3)) (def. exudate pooling)
  10.  Waring M et al. An investigation into the conformability of wound dressings. Wounds uk, 2011, Vol 7, No 3
  11.  Adderley UJ (2010) Managing wound exudate and promoting healing. Br J  Community Nurs 15(3): S15–6, 18, 20. Doc. No. PM-02934
  12.  Mouës CM, Heule F, Legerstee R, Hovius SE (2009) Five millennia of wound care products — what is new? A literature review. Ostomy Wound Manage 55(3):16–8, 20, 22 passim. Doc. No PM- 02932
  13.  Sibbald G, Williamson D, Orsted H, Campbell K, Krasner D, Sibbald D (2000) Preparing the wound bed — debridement, bacterial balance, and moisture balance. Ostomy Wound Manage 46(11): 14–22, 24–8, 30–5; quiz 36–7. Doc. No PM-02935
  14.  Haryanto H et al. Relationship between maceration and wound healing on diabetic foot ulcers in Indonesia: a prospective study. Int Wound J 2017; 14:516–522.

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